Me gusta ver tus ojos
en el reflejo de las cucharas
tan grandes
tan inquietos,
tan tristes.
Algunas noches
vago por los pasillos de casa
de camino a la cocina
como un alma en pena
loca y despeinada
abro todos los cajones
busco tus ojos en todas las cucharas
y no te encuentro en ellas
y ya no puedo dormir
Ya no estás en ningún cajón
ya sólo estás en el reflejo
de otras cucharas
que debería limpiar.
(Escritura automática, ya te lo dije).
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Aaaay, ponme algo, que es graaaatis